¿Cuántas veces en la calle no vimos a un par de enamorados melosos y afirmamos con toda certeza que lo más seguro es que tendrían recién un par de meses saliendo?

Nuestro prejuicio de que sólo un amor novato puede ser así de espontáneo nos sesga tanto que sin saberlo conscientemente, terminamos siendo 'grinchs'. Esto por supuesto se hace presente con el tiempo y viene auspiciado por los característicos cumpleaños, bautizos y demás celebraciones familiares que cada fin de semana ocupan la agenda sin dejar espacio a la aventura.

Con ese antecedente, me planteo la hipótesis: ¿De compromiso en compromiso se llega a la rutina?
La forma más sencilla de buscar evidencia sería allá afuera, en la calle, donde pasean los amigos, novios, amantes, esposos, unidos, viudos o separados. Pero nuevamente caeríamos en el prejuicio anteriormente descrito. ¿Cómo resolverlo?

A mi lado descubro la respuesta. El hombre que escogí como compañero de vida habla con mis tíos. Sonriente, con sus zapatos y cinturón nuevos, comenta sobre aquello que respira noche y día: fútbol. Entonces el día termina bien a pesar de todo. Y entiendo que más allá de lo tediosos y aburridos que pueden ser los compromisos, está lo que construyes en cada uno de ellos... Con él... Que disfruta vivirlos contigo :)

Entradas más recientes Entradas antiguas Inicio