El mejor deber de clase

En mi clase de redacción para RR.PP. tengo una profesora a la que ese título no le cabe, pues en realidad es maestra de maestras. En toda mi carrera universitaria no había encontrado quien me inspire tanto como ella. Ojalá no vea este post; no quisiera que crea que estoy de "lame suelas". Resulta que es "paisa" de mi coqueto infiltrado, lo que significa que por 'default' es muy culta y llena de sabiduría. Exigente hasta la coronilla, se nota que viene de la misma escuela (El Comercio) que mi ex jefe en la Revista donde trabajé por algún tiempo.  En fin... dispuso que realicemos una descripción de nosotros mismos y la verdad me ha encantado la tarea. En el promedio de este periodo veremos qué tan bien lo hice. Les comparto el texto que escribí sobre mí.


Niñita web tiene 24 años, divide su vida entre trabajo, familia, amigos, dos carreras y un novio. Y aunque detesta sus oscuras ojeras, disfruta de su tiempo libre al máximo. Se caracteriza por ser ordenada y decidida. Para ella lo primordial es el código de valores que rige su accionar porque es en base a eso que toma sus decisiones. Si los tuviera que colocar en un ranking, el amor estaría en la cima porque cree firmemente en que una vez que se posee la pasión suficiente en cada actividad que se realiza, el resto llega por sí solo. Bajo esa premisa Niñita web construye su camino hacia la felicidad como recompensa y no como fin. Cuando atraviesa por momentos difíciles, su refugio es un blog que creó en marzo de este año y bautizó como niñita web en alusión a su libro favorito "Las travesuras de la niña mala" y su cuasiadicción a la web. Además, su lema para sobrellevar esas experiencias es "todo saldrá bien".

Niñita web es muy leal, franca y aunque generalmente sabe expresar claramente sus pensamientos, le cuesta enfrentar a las personas con malas intenciones porque tilda a su corazón como demasiado blando para esos quehaceres. Lo que la llena de tristeza está principalmente enmarcado dentro de la injusticia, inconsecuencia e hipocresía; más aun cuando está consciente de que no depende de ella el cambio de actitud en las personas. En alguna ocasión se destruyeron un par de héroes que tenía como referentes, pero se repuso rápidamente como quien cae e inmediatamente se levanta para que nadie lo vea. Actualmente se siente más fuerte y plena que nunca, lo cual le genera mucha alegría. Su mal humor, intolerancia e impaciencia se han convertido en desafíos rutinarios que trata de evitar a toda costa, colocando una sonrisa y un pensamiento positivo en cada situación. El escritorio donde trabaja es una muestra de eso.




Sani para prevenir cualquier tipo de transmisión de bacterias, un vaso comprado en el último destino visitado (Cuenca), una bola anti estrés en forma de corazón, su flor favorita hecha en foamix (girasol), una bola de nieve de su personaje animado favorito (Jack Skellington), una caja de galletas vacías repleta de suministros de oficina y una regla que tiene pegadas 3 quotes de vida y el autorretrato de su poeta predilecto (Pablo Neruda), un termo de Jack y sus infaltables audífonos que la protegen contra lo que ella denomina "pendejez ajena".
La comida la hace muy feliz y cuando prescinde de esta, suele desanimarse tanto hasta el punto de tener un mal genio. Tiene decenas de platos favoritos; desde la comida internacional como el rollo de sushi cubierto de huevo que se llama Oromaki y venden en Matsuri al norte de Guayaquil, hasta el encocado de camarón de la plaza Caraguay al sur de la urbe. Esto sin mencionar su nuevo ritual dominical de comer cangrejos.
De lunes a jueves viste uniforme de pantalón y chaleco negros con blusa rojo hemoglobina. A partir del viernes usa ropa ajustada, pero nada excéntrico porque es sencilla y no sigue modas, sino que prefiere la comodidad antes que nada. Ella es un metro 55 centímetros de tez morena y tiene un cabello tan negro como sus delineadas cejas. Su lacia melena suelta le llega hasta las caderas. De apariencia muy delgada, su cuerpo es en realidad como una pera; ancha en las caderas y pequeña en la cintura. Con 100 libras que nadie le cree que pesa, sus brazos y manos son tan delgadas y huesudas como los de cualquier niño de 12 años. A pesar de la gran cantidad de melanina que recubre su piel contra los despiadados rayos del sol, su diminuta y fría nariz como la de los gatos está invadida por un número infinito de pecas cual guineo a punto de morir. De labios finos pero pronunciados, jamás usa lápiz labial en la boca sobre la que posa un lugar negro al más puro estilo de Marilyn Monroe. El ligero maquillaje que usa a diario sólo se concentra en sus pequeños ojos negros de pestañas largas y rizadas.

Esa es Niñita web por dentro y por fuera.

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